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Comida orgánica: ¿vale la pena la inversión?

Hace algunos meses fui parte de una clase dirigida a mujeres en la que se promovía el consumo de productos orgánicos y donde se les explicaba no solo de sus beneficios a la salud, sino del peligro que implicaba darle a sus hijos comida preparada con verduras normalitas, no orgánicas.

Muchas mujeres salieron verdaderamente angustiadas y sintiéndose las peores madres del planeta (porque justo eso necesitamos, más razones para hacernos sentir culpables) pues aún cuando hubieran querido poder comprar verduras orgánicas, sus ingresos no les daban para eso. Yo crecí, como la mayoría de la gente de mi generación, comiendo jitomates normales, leche de vaca, lechuga desinfectada y agua hervida y la verdad es que no nos pasó nada. Así que me puse a investigar un poco los productos orgánicos y aquí les comparto lo que aprendí.

Primero que nada, ¿qué son los productos orgánicos?

Pues depende. No todas las organizaciones que dan certificaciones orgánicas utilizan los mismos criterios, pero en general los productos orgánicos se refieren a aquellas verduras y frutas que se cultivaron sin el uso de químicos, fertilizantes artificiales y pesticidas. Dependiendo del país de origen, algunas certificaciones sí permiten el uso de ciertos químicos. No solo hay verduras orgánicas, puedes comprar leche, huevos y carne. En ese caso a los animales no se les dieron ni antibióticos ni hormonas durante su crecimiento (¡que levante la mano el lector aquí presente que sea orgánico!).

En general los productos orgánicos se refieren a aquellas verduras y frutas que se cultivaron sin el uso de químicos, fertilizantes artificiales y pesticidas.

En México es la Sagarpa la encargada de dar la certificación orgánica, así que antes de pagar una millonada por tus jitomates, checa que lleven la etiqueta de "Orgánico Sagarpa México" (si lo tuyo es el consumo de productos nacionales). Además de las características ya mencionadas, en México es necesario respetar las temporadas de cultivo y cosecha, rotar cultivos y otros muchos requisitos. Nuestro país es el cuarto productor a nivel mundial de productos orgánicos, pero el 90% se destina a la exportación (Datos de Campo Vivo).

¿Cuáles son los beneficios de comprar y consumir verduras orgánicas?

Pues nadie está muy seguro, pero de acuerdo a un artículo de mediados del 2017 de la revista Timehay cuatro beneficios científicamente probados:

1) No utilizar pesticidas (o utilizarlos en menor cantidad) puede (ojo con el "puede") que reduzca la presencia de cancerígenos en las verduras. Los métodos de fertilización utilizados para cultivar verduras orgánicas reducen en un 48% la presencia de metales pesados que pueden causar daño a los riñones.

2) La leche orgánica tiene un 50% de grasas buenas, o sea de Omega-3.

3) Las hormonas inyectadas a animales para fomentar su crecimiento pudieran ser causa de cáncer. El problema aquí es las legislaciones en el mundo todavía no regulan adecuadamente esto, y es difícil estar seguro que la carne que consumimos no tiene ni antibióticos ni hormonas.

4) Aunque no todos los estudios coinciden, las cebollas orgánicas tiene 20% más de antioxidantes. Pero no en todos los casos…

Entonces, ¿me va a dar cáncer si no los compro?

No te va a pasar nada. Como bien indican los estudios, creemos que son más saludables, pero no mucho más y no estamos muy seguros. Además, a menos que te hayas leído todo el reglamento de las certificaciones orgánicas no puedes estar 100% de que estas comprando. El Sistema de Salud Británico (NHS), por mencionar un organismo oficial y bien informado, ha hecho varios estudios y ha puesto a mucha gente a leer otras investigaciones. Ha llegado a la conclusión que no hay nada que pruebe que los alimentos orgánicos son más saludables (aunque el príncipe Carlos asegura que lo son) y los resultados de un estudio a otro cambian tanto que no pudieron llegar a ninguna conclusión certera sobre los beneficios… ni siquiera de los huevos orgánicos.

Es importante decir que muchas de estas certificaciones orgánicas son un lío burocrático para obtener, y como te podrás imaginar (y estoy hablando al tanteo), seguramente no estás libre de corrupción, clientelismos, amiguismo y vete tú a saber qué más. Hay un montón de campesinos y granjeros en el mundo que no tienen la certificación orgánica pues no tienen los recursos para obtenerla, pero sus cultivos son de excelente calidad.

Así que no, si no le das a tus hijos leche orgánica y huevos de gallinas en libertad no les va a pasar nada. Si has decidido consumir estos productos por cuestiones ambientales no hagas sentir mal a los que no lo hacen, es al final una decisión muy personal y que no atenta contra la salud de nadie.

VÍA HuffPost México.

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