El día de ayer, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) rechazó un alegato de Wal Mart México de que era inconstitucional el cobro de IVA del 16% en alimento para mascotas pues “discriminaba a algunos contribuyentes”. El proyecto del ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz era bastante sencillo: no hay discriminación, y el IVA sólo se exenta de alimentos humanos.
Miren, amar a sus lomitos y mishitos como si fueran sus hijos es, hasta cierto punto normal (quizá no tratarlos como humanos, eso ya está gacho para ellos, para ti y para los que te rodean), pero eso no significa que la ley fiscal vaya a aceptar que Tequila o Max sean humanos y que, por ello, las croquetas que comen queden exentas de pagar IVA.
Y más o menos ese fue el argumento central del proyecto presentado por el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz: el alimento de mascotas no discrimina a ningún contribuyente y, como no es para consumo humano, no está en la canasta básica y, por tanto, debe ser gravado con IVA:
“la voluntad legislativa de conceder el beneficio de la tasa 0% buscó en todo momento favorecer la producción y enajenación de los productos destinados a la alimentación humana, sin que en momento alguno la alimentación animal haya sido materia del referido trato preferencial”. (Vía: El Universal)
La querella para quitarle el cobro de IVA a la comida de tu lomito vino de Wal Mart México. Ajá, los que para muchos son el diablo encarnado pero no te queda de otra más que hacer el súper ahí, eran quienes estaban detrás de esta petición a la Suprema Corte.
Todos, incluso las empresas, tienen todo el derecho de ampararse, quejarse o exigir la revisión de ciertas leyes que crean que discriminan o afectan directamente, pero al parecer el caso estuvo tan mal presentado por Wal Mart como el sushi que venden, pues según el ministro, el argumento central de Wal Mart era falaz y engañoso:
“La inoperancia de los planteamientos obedece a que la parte quejosa los hace depender de premisas falsas pues lo cierto es quetodos los productos destinados a la alimentación animal se encuentran gravados a la tasa 16%, sin que hasta este momento se haya contrastado la inconstitucionalidad de esta tasa general“. (Vía: El Universal)
No es nada bonito saber que seguirás pagando más por las croquetas de Miska, pero velo de esta forma: si han esterilizado o vacunado a tu bishito durante las campañas gratuitas de la Secretaría de Salud, el impuesto a sus croquetas ayudó en parte a que ella también estuviera sana y feliz.
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