Hoy 19 de septiembre se cumplre el primer aniversario del desastre natural más devastador de la última décadas y aún hay muchas historias que vale la pena escuchar y observar.
¿QUÉ PASÓ?
El 7 de septiembre del año pasado se registró un sismo con magnitud 8.2 con epicentro a 133 kilómetros al suroeste de Pijijiapan, Chiapas. Ocurrió a las 23 horas con 49 minutos y se sintió en el sur y centro del país, especialmente en Chiapas, Tabasco y Oaxaca.
12 días después, a 12 kilómetros del sureste de Axochiapan, Morelos, en el límite con el estado de Puebla, ocurrió un sismo de 7.1 grados. Pasó a las 13 horas con 14 minutos y dejó múltiples afectaciones en la Ciudad de México, Morelos, Puebla, Estado de México, Guerrero y Oaxaca.
De ambos desastres naturales, resultaron muertas más de 400 personas e infinidad de inmuebles con daños estructurales, lo que derivó en personas damnificadas sin un lugar en donde vivir, estudiantes sin un lugar donde estudiar, hospitales a los que no se podía acceder, etc.
LO IMPORTANTE ES…
En los días después de los sismos del 7 y 19 de septiembre del año pasado parecía que no había imposibles para la sociedad civil. Todos fuimos testigos de cómo la organización comunitaria rescataba personas atrapadas, conseguía materiales especializados y enviaba víveres a las zonas afectadas fuera del área metropolitana. A un año de la tragedia podemos ver que ese ritmo no se mantuvo. El interés por la reconstrucción decayó y ésta va avanzando irregularmente para las personas que perdieron su patrimonio.
Hoy recordamos a las personas que ayudaron como voluntarios, servidores públicos y personas que vieron sus pertenencias perdidas, abarcando un panorama mucho más amplio del cómo un movimiento de la tierra fue capaz de cambiar la vida de todos para siempre.
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