Nuestro país nunca terminara de sorprendernos. No, no se ha acabado la corrupción, tampoco se ha acabado el tráfico, ni mucho menos la delincuencia; pero lo que sí sucedió, es que en Querétaro ya inventaron las “manteconchas”.
En la panadería El Manantial, allá en alguna humilde colonia de la capital del estado de Querétaro, a un genio se le ocurrió cruzar a dos especies distintas de pan: la siempre reconocida concha y la no menos famosa mantecada.
¡Y pum! El resultado es una suculenta manteconcha que seguramente a más de uno ya se le antojo.
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