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La palabra mande

Nombre de la columna:                                 Chispitas de lenguaje

Columnista:                                                        Enrique R. Soriano Valencia

Correo electrónico:                                       sorianovalencia@hotmail.com

La palabra mande

Hoy he retomado un comentario del muro Historia de México de Facebook, publicado por Mery Castillo. En él hace un recuento y reflexiona sobre el uso de la expresión mande, muy común en nuestra sociedad. Trascribo textualmente, salvo la última línea que la dejé seguida, no aparte cada recomendación, como aparece en el original.

«¿De dónde viene la costumbre de responder “mande” o “mande usted”? Esta costumbre es muy común en México. Incluso, hasta hace muy poco, nuestros papás solían corregirnos: “No se dice qué, se dice mande, no seas irrespetuoso”. A mí me pasó. Los niños del siglo XX fueron educados con el “mande”. A quienes fuimos niños en el siglo pasado nos educaron a decir “mande”, cuando alguien nos llamaba, o si no escuchábamos bien alguna indicación. Si se te ocurría contestar con un “qué”, eras considerado maleducado o irrespetuoso.

»“Mande” es apócope o supresión de “mande usted” o “mándeme usted” y sí, en teoría la palabra significa mandar, que alguien con autoridad exprese la voluntad de que se haga algo. Es por eso que quienes promueven el movimiento “No se diga mande”, afirman que al decirla y seguir educando a los niños con esa expresión, literalmente nos ponemos a las órdenes.

»¿De dónde surge la expresión? Muchos dicen que el uso de los términos “mande” o “mande usted” proviene de la colonia. Se cree que era la manera en que castas inferiores (indígenas y mestizos) eran obligados a mostrar sumisión a las castas superiores (blancos y criollos) que gobernaban durante el Virreinato. De ser una actitud servil, con el paso del tiempo fue asumiéndose como un una manera de cortesía, el matiz a respuestas directas y “golpeadas” como “qué”.

»Sin embargo, aunque la hipótesis de su origen colonial es la versión más extendida, también hay quienes afirman que proviene de mucho antes. Hay investigadores que afirman que la palabra es un arcaísmo (vocablo en desuso) que deriva del catalán y que fue “contagiado” al español.

»En algunas regiones de Cataluña se siguen usando algunas variantes como “mani’m?” (¿Mándeme?) O “mana?” (¿Mande?) y no representa sumisión, se usa entre iguales, sobre todo entre las personas mayores.

»El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española no tiene alguna acepción particular al uso del verbo mandar como una respuesta gentil, pero la Academia Mexicana de la Lengua sí lo reconoce como una expresión usada para “responder al llamamiento de alguien”.
¿Qué alternativas hay?

»Sean peras o manzanas, la realidad es que México es de los pocos países que usan la expresión. Muchos extranjeros se sorprenden cuando vienen a nuestro país y la escuchan pues, aunque aquí es solo cortesía, para el resto del mundo remite a sumisión.
En la actualidad es cada vez más raro escuchar que los padres hagan la corrección “No se dice qué, se dice mande”, está cada vez más en desuso. Y aunque respeto la opinión de quienes defienden su empleo como muestra de gentileza, pero prefiero utilizar otras alternativas. Por ejemplo: Dime, ¿Sí?, ¿Cómo?, ¿Qué necesitas?, ¿Cómo dices?, No te oí».

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