Chispitas de lenguaje
Enrique R. Soriano Valencia
La coma de orden inverso
La coma –signo de puntuación incomprendido– tiene un uso poco difundido y casi olvidado porque, incluso, las escuelas ni siquiera lo aplican en sus listados (cuando deberían ser las primeras en usarlo para demostrar a los mismos alumnos que utilizan lo que presumiblemente enseñan). Me refiero a la coma que señala un orden distinto.
Inicio por el orden en las oraciones. En una oración simple, la gramática señala como el orden básico sujeto y predicado (al interior de este último, verbo y complemento). Pongo como ejemplo una oración simple con sujeto tácito (esa persona gramatical que no se enuncia, pero está presente por la conjugación del verbo): «Cerramos las operaciones antes de conocer las cotizaciones finales del día». El sujeto es ´nosotros’. Es tácito porque no se enunció, pero se sobrentiende por la conjugación del verbo (en la tercera del plural): cerramos.
Si por alguna razón interesa destacar el complemento, debe incluirse una coma para indicar que hay un orden modificado: «Antes de conocer las cotizaciones finales del día, cerramos la operación». Esta forma de organizar las oraciones las hacemos cotidianamente, pero muchos redactores olvidan la coma. Esta es muy importante porque nos permite comprender que el orden se modificó.
Ejemplifico ahora con los nombres propios en un listado. En las escuelas regularmente se inicia por el apellido: Soriano Valencia, Enrique. La mayoría de las listas escolares no incluyen esa coma y es un error ortográfico. Pongo ahora un ejemplo con nombres que podrían confundirse con apellidos: Martín Alonso Jaime. Un nombre así, sin comas, debe interpretarse que el nombre de pila es Martín, el apellido paterno es Alonso y el materno es Jaime. Ello debido a que nadie tiene comas (aunque sí puntos: J. Jesús o Ma. del Carmen) en su nombre. Sin embargo, si se usa debidamente la coma –Martín Alonso, Jaime–, ahora Jaime ha pasado a ser el nombre de pila. Más aún, si la coma apareciera entre Martín y Alonso, se entendería que solo tiene un apellido (el de la madre) y posee dos nombres de pila.
En los nombres, podría quedar como un caso anecdótico sin aparente repercusión (no obstante, deberían preguntar a quienes han tenido problemas legales por las modificaciones en su nombre). Pero veamos un texto. No es lo mismo: «El argumento es erróneo tal como lo sostuvo», que implica que alguien argumentó de forma incorrecta; a señalar: «El argumento es erróneo, tan como lo sostuvo», donde se indica que la persona asegura que algo es erróneo.
Es decir, enunciar o dejar de enunciar una coma (por eso evite el criterio tan inconsistente de «donde te falta el aire») puede ser muy grave, pues podría dar a entender algo diametralmente distinto a lo deseado.
Otro ejemplo: «Enrique se cayó», donde no debe haber coma entre el sujeto y el verbo. Pero dejar de poner coma de orden en «La queja, se atendió adecuadamente» daría la impresión que la queja hizo la labor de atenderse por sí misma.
Debo disculparme porque la semana pasada cometí un error de concordancia de género al inicio de mi comentario. Escribí: « El gerundio es uno de las figuras gramaticales…» y debió decir: «El gerundio es una de las figuras gramaticales…». Lo lamento. En mi profesión no debo tener errores de dedo. Espero disculpen mi fallo.