Entre los múltiples rostros de nuestros miedos que la Caravana Migrante ha hecho relucir en las redes sociales, el miedo o asco a la pobreza parece ser una constante que guarda una relación directa con la condición de migrantes de los miles de centroamericanos que la componen: ¿qué es la ‘aporofobia y cómo este ‘miedo’ se relaciona con las múltiples discriminaciones que enfrentan los migrantes centroamericanos en nuestro país?
La palabra “aporofobia” fue creada en 1995 por la filósofa española Adela Cortina y, desde su creación, la palabra estuvo vinculada con la migración: para Cortina, la xenofobia que empezó a hacerse visible en España no era contra todos los migrantes, sino contra los migrantes pobres, esos que parecen “no traer beneficios” al país o que son considerados, así, sin más, una “carga” para los ciudadanos españoles.
Cortina insistió en la necesidad de la palabra, pues no es simplemente clasismo ni exclusivamente xenofobia, sino una relación compleja y discriminatoria a una población vulnerable que no ha migrado porque quiere, sino porque está huyendo de la muerte y la miseria. (Vía: El País)
Como palabra, “aporofobia” ingresó al diccionario de la Real Academia de la Lengua apenas en 2017 y ese mismo año se convirtió en la “palabra del año” para la fundación BBVA Fundéu.
No es difícil encontrar comentarios en redes sociales que acusan a la Caravana Migrante de todo: desde asesinatos, robos y enfrentamientos a su paso (todos falsos), hasta predicciones de la ruina que traerán, que serán “carne de cañón para el narco” o que no podrán integrarse al país.
Los procesos migratorios “legales” y “en orden” en muchas ocasiones implican procesos monetarios y económicos que bloquean el paso de los más vulnerables: desde el costo de un pasaporte hasta la solicitud de visas y los costos de viaje.
Sin embargo, los éxodos y las crisis de refugiados como la de Centro América, la del norte africano o las de Medio Oriente, obligan a las poblaciones más vulnerables a desplazarse muchas veces sin otra cosa más que lo que llevan puesto: sin documentos, sin propiedades y a veces siquiera sin zapatos inician marchas de cientos de kilómetros hasta fronteras violentas contra ellos. (Vía: Reece Jones, Violent Borders)
La Caravana Migrante ha despertado un discurso de odio constante en redes sociales, pero afortunadamente ese lenguaje no se ha visto reflejado en las comunidades en las que han llegado, donde han sido recibidos con apoyo: comida, agua, un espacio para descansar y hasta música para hacer más ligero su camino que apenas comienza en nuestro país.
Esta Caravana se ha enfrentado a muchos miedos y fobias: el clasirracismo rampante de la sociedad mexicana, la aporafobia y la xenofobia que se ha reflejado en múltiples comentarios en redes sociales es sólo una breve muestra de una respuesta llena de prejuicios que nos ha hecho ver de frente ante qué nos enfrentamos, qué miedos y qué fobias queríamos no ver.
Esta nota cuenta con información de PA
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