La ciencia está al servicio de la humanidad para hacer grandes cosas, como guerras, viajes inútiles al espacio, incluso para hacer estudios sobre los pedos, pero a veces nos sorprenden con magia de verdad, como a esta perrita que le salvaron la vida con ayuda de una impresora 3D.
Así es, esas mismas impresoras que la gente usa para hacerse figuras tridimensionales de sí mismos o armas, también sirven para hacer el bien sin mirar a quién, incluidos animalitos bebé.
Michelle Oblak
Ese es el caso de Patches, una perrita de nueve años a la que le diagnosticaron cáncer en la parte frontal de la cabeza, presionando su ojito bebé y su cráneo, causándole dolor y una muerte casi inminente, hasta que la super impresora llegó.
Bueno, la impresora y los veterinarios que lograron retirarle el tumor y la protuberancia causada por el mismo. El cráneo de Patches sufrió tanto que tuvo que ser reconstruido… y aquí es donde la Super Impresora entra en acción.
La prótesis fue hecha de titanio mediante este proceso, que simplemente requiere de planos digitales para después ser construida con toda precisión por la impresora, que no tiene el factor del error humano y puede adecuarla completamente a la forma del cráneo de Patches.
Así la ciencia nos demuestra una vez más que está ahí para hacer que la vida de los humanos y quienes los rodea sea mejor y no para seguir haciendo armas.
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